El vinagre es fundamental en nuestra cocina. Por lo general, tenemos como mínimo una botella de este producto que usamos para darle ese sabor tan especial a la comida. Pero hay muchos más tipos muy utilizados en la dieta mediterránea. Cada variedad se distingue por ser empleado en un tipo de alimento específico, debido a su acidez y sabor. Conoce más de los vinagres a continuación.
Los tipos de vinagres más habituales y sus características
De la existencia de los vinagres sabemos desde la época babilonia, hace más de siete milenios. Su uso está extendido mundialmente, lo que nos ha permitido utilizar este producto alimenticio en sus diversas variedades. Se logra a partir de la fermentación del alcohol y la aplicación de una bacteria (Mycoderma aceti), que permite que encontremos una diferente acidez en cada tipo.
De vino.
Puedes encontrar diferentes versiones de vinagres de vino. Por un lado, el de vino blanco se caracteriza por tener una menor acidez con respecto al tinto, que llega a alcanzar los 6 grados. Su origen es, precisamente, la uva y se suele emplear para ensaladas, gazpachos, pescados e, incluso, la realización de mayonesa.
Los vinagres de vino tinto se dirigen al guiso de carnes rojas. También se pueden emplear en mostazas o salsas en las que busques resaltar el sabor. Hay a quienes les gusta echar un chorrito en las lentejas o en la pasta, durante su preparación.
El de Jerez es muy recomendado para quienes prefieren un toque dulce en sus platos. En este caso, el abanico de posibilidades es muy amplio y abarca desde ensaladas a pescados y carnes.
De Módena.
En el caso de los vinagres balsámicos de Módena, tan utilizados en nuestra gastronomía, son perfectos para una gran variedad de platos. Están elaborados con mosto, que hay que dejar macerar por cuatro años. Alcanzan una acidez de 7 grados y dan un sabor dulce a las verduras, ensaladas, carnes e, incluso, postres.
De manzana o sidra.
Los vinagres de manzana o sidra, con una acidez de 5 grados, se consiguen a través de la fermentación de la sidra. Su origen está en el norte europeo. Su sabor dulce es ideal para las carnes blancas, como el pollo, y las vinagretas.
De arroz.
Los vinagres de arroz alcanzan una acidez de 4,5 grados. Es evidente su origen asiático, aunque por suerte ha llegado hasta nosotros. Lo encontramos, precisamente, como ingrediente en comidas del lejano oriente (china y japonesa, por ejemplo). Su sabor dulce es perfecto para aliñar verduras y ensaladas.
Estos son los más habituales pero dispones de una grandísima variedad de vinagres: frutales, a las hierbas, etiqueta negra… todo un mundo de sabores nuevos.
El vinagre es un complemento para nuestros platos, permitiéndonos alcanzar sabores suculentos. Como dispones de una gran variedad, es necesario que elijas el más indicado, en función a su acidez y su toque dulce.