El gazpacho es una de las recetas españolas por excelencia, un
plato delicioso, refrescante, sencillo y con grandes propiedades nutritivas.
¿Quieres saber más sobre esta deliciosa receta andaluza? ¡Sigue leyendo!
Historia y origen del gazpacho
Lo primero que debes saber es que el origen de este plato es incierto, aunque a
día de hoy se le sigue atribuyendo a la zona del interior de Andalucía.
El gazpacho originario ya se elaboraba en la época de al-Ándalus, aunque
no como lo conocemos hoy en día, ya que, en ese momento, aún no habían llegado
a España hortalizas como el tomate, el pimiento o el pepino. Los jornaleros y
campesinos elaboraban el gazpacho «desmigado», con pan seco de
los días anteriores, que se desmigaba con las manos y se mezclaba con ajo,
aceite de oliva, agua, vinagre y sal.
Conforme fueron pasando los siglos y entraron en el continente productos como
el tomate y el pimiento, estos se fueron introduciendo a la receta. Se fue
modificando con el paso de los años hasta convertirse en el plato que conocemos
hoy en día.
Usos y cualidades
El gazpacho suele servirse como primer plato de una comida o una cena,
aunque a veces se sirve en un vaso y se toma como si fuera cualquier otra
bebida.
Entre los numerosos beneficios que aporta a la salud, según Infosalus,
podemos destacar que: evita la hipertensión arterial; previene resfriados
por su alto contenido en vitaminas A, E y C; ralentiza el envejecimiento;
te protege del sol y prolonga tu bronceado; ayuda a adelgazar; aumenta las
defensas y es muy hidratante.
La receta del gazpacho original con vinagre
Necesitas los siguientes ingredientes:
– 1 kilo de tomate pera
– 1 pimiento verde
– 1 pepino
– Media cebolla
– 1 diente de ajo
– 2 cucharadas de vinagre
– 3 cucharadas de aceite de oliva
– 1 cucharadita de sal
– 1 rebanada de pan duro (50 g)
Primero, lava bien el tomate y el pimiento, córtalos en trozos y ponlos en el
vaso de la batidora. A continuación, pela y corta el pepino y la cebolla y
añádelos también. Coloca en el vaso la hogaza de pan, mejor si es desmigado o a
trozos, y vierte las cantidades ya indicadas de sal y vinagre. Bate
bien todos los ingredientes durante varios minutos, hasta que consigas una
crema sin trozos ni grumos. Añade el aceite de oliva a la sopa y vuelve a
triturar de nuevo. Mete la crema en el frigorífico para que se enfríe y, pasado
un rato, estará lista para consumir.
En definitiva, el gazpacho es uno de los platos mejor valorados de la
gastronomía española, y no es para menos. Ahora que ya sabes cuál es su origen
y todos los beneficios que te aporta, puedes preparar un rico plato y
simplemente disfrutar.