La historia de las aceiteras, ese utensilio que todos tenemos en nuestros hogares | Vinagrerías Riojanas

La historia de las aceiteras, ese utensilio que todos tenemos en nuestros hogares

Aceiteras y Vinagreras

En la mayoría de ocasiones, hacemos uso de una gran cantidad de utensilios de nuestra vida cotidiana sin reparar demasiado en ellos. Han formado parte de nuestros hogares, de nuestras rutinas e incluso de nuestras salidas. ¿Quién acaso no ha utilizado alguna vez en un restaurante algún modelo de aceiteras, normalmente a conjunto de sus respectivas vinagreras? La respuesta la conocemos, pero ¿qué hay detrás de ellas? ¿Cuál es su historia? Quédate a leer este post que, cuanto menos, puede que te resulte sorprendente.

Las aceiteras y las vinagreras, ese matrimonio bien avenido en la mesa

Todos los utensilios que empleamos para comer o para cocinar en general han sufrido una evolución a lo largo de la historia. Las aceiteras son un claro ejemplo, ya que para remontarnos a sus inicios, tenemos que volver la vista hasta la antigüedad de los tiempos. El hallazgo de recipientes en excavaciones arqueológicas así atestigua el uso de dispensadores de aceite en la antigüedad.

No obstante, el recipiente, tal y como lo conocemos hoy, se lo debemos a los árabes. Uno de estos hallazgos se sitúa en la comarca catalana de Noguera y están datados en el siglo XI. Se trata concretamente de una aceitera de cerámica. Un material común para estos recipientes, cuando además se tiene el convencimiento que el cristal solo era usado por las familias más pudientes.

No sería hasta el siglo XIX que las aceiteras y los recipientes para dispensar vinagre fueran de cristal mayoritariamente. El material dejaba de ser una cuestión de clases, para ser un elemento de diseño.

Las aceiteras antigoteo fueron ideadas por un arquitecto

Una de las curiosidades más aplaudidas en torno a las aceiteras tiene que ver con la identidad del creador del útil sistema antigoteo: el arquitecto madrileño Rafael Marquina. A él le debemos el avance de poder echarnos aceite o vinagre sin necesidad de que las gotas manchen el plato o el mantel. De hecho, él mismo confesó que su diseño tenía que ver con los cachetes que le pegaba su madre cuando tiraba el aceite al servirse.

Su idea no solo fue un diseño útil, sino laureado al recibir un premio en los años sesenta. No obstante, no sería hasta dos décadas después que su modelo de aceitera se convertiría en el más usado y popular de todos. Hoy en día, todas las marcas utilizan este sistema, independientemente de cómo sea el diseño del recipiente.

No podemos dejar pasar por alto que las tendencias han llegado al universo de estos recipientes. Podemos elegir entre un sinfín de diseños: desde los más modernos, minimalistas y vanguardistas hasta los más clásicos.

Las aceiteras son mucho más que un simple recipiente. Son testigos de una historia y los envases de uno de los productos que mejor representan la marca España.

Deja una respuesta

Los campos obligatorios están marcados con un *.