El vinagre de Módena es un básico en todas las cocinas. Carnes, verduras cocidas, ensaladas… Con muy poco se puede dar el toque distintivo al plato.
Origen
El vinagre balsámico encuentra sus orígenes en la región italiana de Emilia-Romagna, concretamente en la ciudad de Módena. El uso de la palabra balsámico viene desde hace cientos de años por su antiguo empleo como remedio contra las enfermedades de la época. Las primeras referencias que se tienen de él se sitúan en el año 1046, cuando se le regaló una botella de este líquido al emperador Enrique III de Franconia, en el sur de Alemania.
Durante la Edad Media se le atribuían propiedades curativas y milagrosas, llegando a emplearse incluso en la limpieza y otros usos.
El vinagre circunscribió su uso únicamente a su localidad hasta la primera mitad del siglo XIX. Apenas unos cuantos foráneos lo conocían, siendo un auténtico misterio para el resto del mundo. La situación se revierte cuando Italia se unifica: se amplía el comercio con otros países y se empiezan a exportar productos italianos por toda Europa que acabarán obteniendo un reconocimiento universal.
¿Cómo se obtiene?
Este vinagre se hace mezclando vinos blancos y tintos elaborados a partir de cuatro variedades de uvas: Barbera, Malbec, Trebbiano y Uniblanc. Su maduración en barrica de roble dura mínimo tres años, aunque puede prolongarse de doce a dieciocho años. Todo un avance si tenemos en cuenta que en el siglo XV el envejecimiento podía durar hasta 40 años.
El aceto balsámico pasa por tres fases de elaboración:
- Fermentación alcohólica. Los mostos obtenidos de la variedad Trebbiano se concentran y fermentan alcohólicamente.
- Oxidación acética. Se utiliza un proceso similar al método de Orleans.
- Envejecimiento. Se deja reposar sin añadirle espesantes ni azúcares.
Características
El vinagre balsámico tiene unas peculiaridades que lo distinguen de otros similares. Podrás distinguirlo por estas características:
- Tono marrón oscuro, intenso y brillante
- Sabor agridulce, equilibrado, ligeramente ácido
- Olor duradero, delicado y con notas de madera
Esta especialidad de la gastronomía italiana se ha convertido en un imprescindible de cualquier cocina, es el vinagre con mayor reconocimiento a nivel mundial y se encuentra bajo el amparo de una I.G.P. (Indicación Geográfica Protegida).