Seguimos con las rutas gastronómicas por España, recorriendo la increíble y variada gastronomía de nuestro país y vamos la cuarta entrega (ver parte I, II y III). Hoy 3 comunidades totalmente identificadas con el buen comer, tierras que vuelcan su cultura y características en los platos tradicionales del lugar, imprescindibles siempre que las visitemos. Hoy os traemos del cuarto post en el que destacamos otras tres rutas gastronómicas que podéis realizar para disfrutar la cocina de España.
Nos encontramos en las tierras del
cava, de la
butifarra y del
calçot. Sí, de Cataluña estamos hablando, esa comunidad mediterránea, tierra de Gaudí y de Dalí. En la comunidad catalana podremos disfrutar de una de las delicias cárnicas de la gastronomía española:
la butifarra de Osona. Este embutido, cuya base es la carne picada de cerdo salpimentada y con setas, ajo o perejil, lo podemos disfrutar tanto
cocido como
fresco, aunque la mejor forma es cocinarlo
a la brasa o utilizarlo para acompañar
un buen cocido. Entre Barcelona y Tarragona podremos degustar el
Xató, una ensalada de escarola acompañada de una salsa elaborada con almendras, avellanas, cebolla, ñora, guindilla, pimienta roja, pimienta negra y pan frito. Todo ello, acompañado además de
bacalao,
atún, filetes de
anchoas y
aceitunas, a lo que podemos incluir una
tortilla de alcachofas, de
alubias o de
butifarra. Si por algo es famosa la gastronomía catalana es por los
Calçots de la localidad de Valls, una cebolla dulce que se asa a la parrilla servida acompañada de la salsa
salvitxada, a base de ajos, tomate, almendras, avellanas, pan, vinagre, aceite, sal y pimiento ñora. Cataluña cuenta también con un
queso protegido por la
Denominación de Origen, el queso de las comarcas pirenaicas de
L’Alt Urgell y la Cerdanya, que se elabora con leche de vaca frisona, entera y pasterizada, otorgándole una textura tierna y cremosa y un sabor penetrante. En la comarca de Urgell, en Lleida, encontramos el delicioso
turrón de Agramunt, a base de miel, avellanas/almendras, azúcar/jarabe de glucosa, clara de huevo y pan de ángel, que le confiere su dulce sabor. Por último y no menos importante, el
Cava de la comarca del Penedès, donde se encuentran sus bodegas más emblemáticas, que realizan este vino espumoso, de sabor intenso y aromas con matices tostados.
El Ebro, las Fiestas del Pilar… Muchas son las cosas que nos recuerdan a Aragón. Pero hoy vamos a descubrir algo más de su espectacular gastronomía. En la región del Moncayo nos encontramos con uno de los platos con más tradición de la CCAA, el
Pastel de los Santos, muy típico durante la Cuaresma de Tabuenca. Esta especie de
empanada consiste en una masa escaldada rellena de longaniza, lomo en adobo, carne de costilla de cerdo y huevo duro. Típicas son también las
Migas de Pastor, un plato típico y tradicional de la historia española, realizado antaño por los pastores que, con pan y sebo de cordero o tocino, se alimentaban en sus travesías. Con leche de cabra y de oveja cruda, cuajo, sal y 60 días de curación tenemos el
queso del Tronchón, con un intenso sabor y aroma. Si queremos continuar con un postre, no nos podemos perder el sabor de un delicioso y crujiente
Farinoso, con una masa a base de harina, aceite, agua y azúcar y un relleno de anís en rama, aceite y miel, azúcar y canela. Por último, ¿por qué no acompañarlo todo de un buen
Vino de Cariñena? Esta Denominación de Origen es una de las más antiguas de España, localizándose al sur de Zaragoza, entre la margen derecha del Ebro y el sistema Ibérico.
Tierra de acantilados, valles verdes y Picos de Europa, Cantabria también cuenta con una excelente gastronomía típica que no nos podemos perder. La huerta cántabra ofrece una de las delicias de sus tierras, el
Pimiento de Isla. Entre las bahías de Santander y Santoña, el clima cantábrico ha otorgado a esta hortaliza un sabor dulce y extraordinario que lo ha convertido en el sustituto perfecto de las rabas de calamar, cortándolo en tiras, rebozándolas y friéndolas. En cualquier lugar donde vayas a comer en Cantabria, en la carta siempre encontrarás el conocido y energético
Cocido montañés, ideal para entrar en calor. ¿Sus ingredientes? Las alubias y los sacramentos – tocino, chorizo, costilla y morcilla – acompañados por migas, huevo y otros tipos de carne. En el valle de Liébana encontramos el
queso Picón Bejes-Tresviso y los
quesucos de Liébana, ahumados o no, de forma cilíndrica y exterior rugoso, con una textura grasa, pueden ser compactos, blandos, suaves, tiernos y semidulces. ¿Quién no conoce el
sobao pasiego? Estos dulces típicos de Villacarriedo y Selaya son el claro ejemplo de la cultura pasiega. Elaborado con la mantequilla a base de leche de vaca pasiegas, que le otorga al bizcocho un aroma y sabor únicos. Podemos acompañarlo todo con un buen
chupito de Orujo, un aguardiente típico de las tierras cántabras, con un sabor inconfundible.
La gastronomía española es tan rica como variada y nunca dejará de sorprendernos los diferentes sabores y texturas en continúa evolución. ¿Qué ruta eliges? ¡Cuéntanos tu experiencia!