Qué saber del pescado antes de cocinarlo | Vinagrerías Riojanas

Qué saber del pescado antes de cocinarlo

pescado

Cuando vamos a la pescadería puede surgirnos la duda sobre si el pescado que se nos presenta es fresco o no. Hoy os traemos unos detalles en los que fijarnos para escoger el mejor pescado, siempre el más fresco.

¿Cómo saber si es fresco?

  • La piel. En primer lugar, mira si la piel es de color vivo, con escamas tornasoladas y brillantes. Si es así, estás ante un pescado fresco, si la piel se desprende de la carne, no lo es.
  • Los ojos. En los pescados frescos los ojos sobresalen y la pupila es negra y brillante. Si tiene los ojos hundidos, la pupila gris y la córnea lechosa, no lo compres.
  • Las agallas. Las agallas se encuentran detrás de la cabeza, por donde el pez respira y filtra el agua. Si las tiene rojas o rosa intenso, brillantes y sin mucosidad, atrévete a comprarlo, pero no lo hagas si éstas son grises o amarillentas.
  • El olor. Ya sabemos que el pescado que no es fresco tiene un olor que tiende al amoniaco, mientras que el pescado fresco tiene que oler a lo que acaba de dejar, es decir, a mar y algas.
  • La tripa. En la tripa se encuentran las vísceras del pez, que es lo primero que sufre el proceso de putrefacción, por lo que si esta parte está hinchada o hundida, no nos podemos fiar de su frescura. La tripa tiene que ser firme y dura.

¿Cómo limpiar el pescado?

Muchas veces compramos el pescado sin limpiar, pero una vez que llegamos a casa no sabemos cómo hacerlo. Te mostramos tres sencillos pasos para que tu pescado quede listo para cocinar.

  • Las escamas. Para quitar las escamas será necesario un escamador o un cuchillo grande. Sujetamos el cuerpo por la cola y raspamos las escamas desde ese punto hacia la cabeza. Una vez realizado el proceso en ambos lados, lo lavamos con agua fría para que caigan las escamas que se han quedado pegadas a la carne y finalmente cortamos las aletas y la cola.
  • Las vísceras. Realizaremos un corte en el vientre del pescado, desde el orificio anal hasta la cabeza, introducimos los dedos y, moviéndolos hacia delante, las retiramos con cuidado para que no se rompan. Finalmente lavamos el interior con agua fría.
  • La cabeza. Para cortar la cabeza haremos un corte oblicuo desde la cabeza hasta el espinazo por ambos lados del cuerpo y cortamos la espina dorsal.
  • Hacer filetes. Comenzaremos desde la cabeza hasta la cola, con el cuchillo pegado a la espina dorsal, evitando romper la piel, que desgarraremos siguiendo el mismo proceso. Quitaremos las espinas que encontremos, las zonas oscurecidas y los restos de sangre.

¡Ahora sólo queda que preparares tu mejor receta! ?

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