Otras utilidades del vinagre III

Continuamos con el increíble mundo de las aplicaciones (no gastronómicas) del vinagre. Como habéis podido comprobar en los anteriores posts (utilidades del vinagre I y II) el vinagre es un elemento que, por sus extensas propiedades, debería estar siempre en nuestros hogares.

Es un producto que nos puede sacar de un apuro en aspectos de belleza, bricolaje, limpieza o salud y, por supuesto, un aditivo fácil (y deliciosamente) utilizable en multitud de recetas de carne, pescado, postres, ensaladas…

Vamos con otros 6 trucos y aplicaciones del vinagre:

• Aliño: Quizás muchas veces has oído hablar del orden de aliño de una ensalada: sal, vinagre y aceite, pero… ¿sabes por qué es así? De no hacerlo así, la ensalada se impregnaría con el aceite y no cogería el aroma de los demás ingredientes.
• Vasos y copas: ¿Tus vasos han perdido el brillo que tenían? ¡Atento! Déjalas unos minutos a remojo en agua templada con un chorrito de detergente y unas gotas de amoniaco. A continuación frótalos y acláralos con un paño. Por último, vuelve a aclararlos con abundante agua fría y un chorrito de vinagre. Sorprende el resultado, ¿verdad?
• Gafas limpias y brillantes: Sí, también el vinagre es útil para esto. Si quieres que tus gafas estén brillantes y nítidas frótalas con unas gotas de vinagre blanco, enjuágalas con agua fría y déjalas secar.
• Limpieza parquet: ¿Sabías que la mayoría de los suelos de parquet o madera se pueden limpiar increíblemente bien con una mezcla de un tercio de vinagre y dos tercios de agua?
• Manchas en manteles: Para quitar esas odiosas manchas en los manteles que parece que siempre persisten por mucho que los lavemos utiliza este truco: Mezcla por igual en una botella spray agua y vinagre blanco, rocía sobre la mancha dejándolo reposar unos minutos para que haga efecto. Por último limpia con una esponja o cepillo con agua tibia y jabón. ¡Adiós manchas!
• Manchas de sudor: Para eliminar esas incómodas manchas de sudor en la ropa calienta un litro de agua agregándole posteriormente una taza de vinagre y dejando a remojo la ropa toda una noche. Al día siguiente, aclara bien y vuelve a lavar la ropa normalmente. ¡Ni rastro!

Estamos seguros de que tenéis más trucos. ¿Los compartís?